MARILYN BOROR

Marilyn partió de la imposibilidad de salir de sus propios límites territoriales para convertirse en  instrumento de la trayectoria para la construcción de vivencias personales y recorridos de viaje. A través de ello plantea un imaginario multicultural.

 

Su obra nos obliga a cuestionarnos quiénes somos “nosotros”, y nuestra forma de ver a los “otros”, muchas veces invisibles, transparentes, casi imperceptibles. En sus piezas se entiende el proceso de registro de lo que ha visto. Mapas y rostros que han habitado lugares y lugares que han deshabitado rostros. Evidencia la lucha de una mirada por conservar su lugar en la existencia o buscar lugares donde existir.

 

La gran expuesta es la humanidad en sus diferentes manifestaciones. Hablar de los otros, que también somos nosotros, es un acto reivindicativo. Pintar miradas de ausencia o sonrisas impotentes, es la acción misma de no olvidar. Los mapas de ningún lugar muestran que el mismo territorio nos habita: las fronteras son símbolos imaginarios de apropiación de lo que somos.

 

Maya Juracan